Tipos de hipotecas

Una de las principales dudas que surge a la hora de comprar una vivienda es el tipo de hipoteca que debemos solicitar. Algo fundamental si queremos evitar imprevistos que comprometan futuros pagos. Si tienes dudas sobre este tema, en la entrada de hoy vamos a hablar sobre las características de las hipotecas fijas, variables y mixtas.

¿Qué hipoteca es mejor?

Cada modelo tiene sus propias ventajas e inconvenientes. Por lo que primero debemos analizar nuestra situación económica y elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Hipotecas fijas

Se trata de un préstamo que debemos devolver mediante un interés fijo. Es decir, que la cantidad que abonaremos cada mes será siempre la misma. Pueda que no ofrezcan los mejores precios, pero tendremos la tranquilidad de saber la cantidad exacta a pagar. Suelen ser más rentables con plazos altos, a partir de los 20 años. Si no quieres sobresaltos, es una opción muy recomendable a tener en cuenta.

Desde 2016, las hipotecas fijas han experimentado un notable crecimiento en nuestro país. Pasando de un 10% a un 40% en la actualidad. ¿La razón? Los últimos coletazos de la crisis, que nos hacen ser más cautos a la hora de comprar una vivienda. Sin olvidar que los tipos de interés fijos se han reducido considerablemente, por lo que son más atractivos que nunca.

Hipotecas variables

El 60% restante de los préstamos hipotecarios solicitados corresponden a hipotecas variables. Se caracterizan por tener unas cuotas que varían a lo largo del tiempo, ya que toman como referencia algunos índices de interés como el Euribor.

Al contrario que en el caso anterior, suele salir más a cuenta cuando la hipoteca tiene una duración de 10 a 15 años. Ya que conforme avanza la duración, más complicado será predecir el comportamiento de estos índices. También son habituales en usuarios que tienen pensando amortizar de manera periódica la deuda.

Hipotecas mixtas

Y finalmente, tenemos las hipotecas mixtas, que son una combinación de las anteriores. Por norma general, se dividen en dos partes: una primera que tiene como referencia un tipo fijo y una segunda con un tipo variable. No tienen por que ser proporcionales, ya que todo depende del acuerdo al que lleguemos con las entidades bancarias.

Comparativamente, son las menos populares entre los usuarios. Debido a este primer plazo fijo en un momento en el que el Euribor está en negativo. Sin embargo, el tipo de interés es aún más bajo que en las hipotecas fijas. Por lo que sigue siendo una alternativa muy interesante para propietarios que quieran seguridad. Y además, tengan la capacidad económica para hacer frente a las amortizaciones.

Conclusión

En la actualidad tenemos los tipos de intereses fijos más bajos de la historia, por lo que se trata de una excelente oportunidad para negociar una hipoteca fija. Proporcionan una enorme estabilidad y la seguridad de que la cuantía mensual no cambiará. En cualquier caso, los especialistas advierten que lo más importante es que el préstamo esté totalmente libre de productos vinculantes. Ya que, aunque puedan parecer más ventajosos a priori, provocarán un incremento de las mensualidades en el futuro.